Lindsey Vonn rompe barreras y redefine los límites del deporte | Marca
Tras cinco años de ausencia y con una prótesis parcial en la rodilla derecha, la leyenda regresa al Supergigante de St. Moritz.
La vida de Lindsey Vonn está cargada de intensidad. En los dos extremos: el de la gloria, victorias récords...; y el del dolor, las caídas, lesiones y entradas a quirófano. Este sábado, atraviesa otra puerta la leyenda del esquí. En St.Morit, en el Supergigante, regresa a la competición después de cinco años retirada.
Lo hace con una rodilla derecha reconstruida de manera parcial a finales del pasado mes de abril. Ya entonces, después de que los doctores Roche y Robot reconstruyera su castigada articulación cambiando hueso por titanio, tenía un plan: "Después de mucho pensar, investigar y hablar con muchos médicos, tomé la decisión de hacerme un reemplazo de rodilla. Tengo una degeneración tricompartimental severa, pero el compartimento principal que me ha dolido es el lateral, o la parte exterior de mi rodilla. Mi médico para muchas de mis operaciones, el Dr. Hackett, y decidimos afrontar una cirugía en julio pasado para tratar de retrasar la prótesis. También para preparar otras partes de mi rodilla para lo inevitable. Sin embargo, llegué al punto en que era demasiado y mi rodilla no podía soportar hacer las cosas que amo hacer".